20 de enero de 2025

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Periódico Digital del Valle de Calamuchita

Daddy Yankee, la leyenda del reggaetón, se despidió de Argentina antes de su retiro

El puertorriqueño Daddy Yankee, ícono y leyenda del reggaetón a nivel mundial, se despidió en la noche del domingo del público argentino con una segunda y última función de “La Última Vuelta Tour” en el estadio de Vélez Sarsfield, donde dejó, además de una lista plagada de éxitos, sus bendiciones y respetos por “el movimiento que se ha levantado” en la Argentina y por algunos de sus referentes como Duki, Nicki Nicole y Tiago PZK.

Con el apagón de las luces y el conteo de un reloj despertador que desde las pantallas anunciaba su llegada en cinco minutos, el público fijaba el tono con cantitos dedicados a la leyenda y se entregaba sin concesiones, aún antes de los primeros acordes de “Campeón”, la canción que abre “Legendaddy”, su séptimo y último trabajo de estudio.

La imagen de un avión aterrizando en una pista presentó, en versión animada, al cantante regalando sus primeras estrofas, hasta que finalmente su imagen quedó corporizada cuando atravesó la puerta de la pantalla principal para proseguir con las primeras de la noche “Remix” y “Problema”.

Luciendo una chaqueta dorada que resplandecía con el juego de luces y rodeado por un cuerpo de bailarines, el puertorriqueño decretó el comienzo del “perreo” y regaló algunas arengas para inmortalizar aún más su noche histórica en Buenos Aires ante más de cincuenta mil personas: “Argentina, los puños bien arriba. Vamos a romper el estadio”, avisó antes de hacer “Rompe” y continuar con “Machucando”.

El puertorriqueño Daddy Yankee, ícono y leyenda del reggaetón a nivel mundial, se despidió en la noche del domingo del público argentino con una segunda y última función de “La Última Vuelta Tour” en el estadio de Vélez Sarsfield, donde dejó, además de una lista plagada de éxitos, sus bendiciones y respetos por “el movimiento que se ha levantado” en la Argentina y por algunos de sus referentes como Duki, Nicki Nicole y Tiago PZK.

Con el apagón de las luces y el conteo de un reloj despertador que desde las pantallas anunciaba su llegada en cinco minutos, el público fijaba el tono con cantitos dedicados a la leyenda y se entregaba sin concesiones, aún antes de los primeros acordes de “Campeón”, la canción que abre “Legendaddy”, su séptimo y último trabajo de estudio.

La imagen de un avión aterrizando en una pista presentó, en versión animada, al cantante regalando sus primeras estrofas, hasta que finalmente su imagen quedó corporizada cuando atravesó la puerta de la pantalla principal para proseguir con las primeras de la noche “Remix” y “Problema”.

Luciendo una chaqueta dorada que resplandecía con el juego de luces y rodeado por un cuerpo de bailarines, el puertorriqueño decretó el comienzo del “perreo” y regaló algunas arengas para inmortalizar aún más su noche histórica en Buenos Aires ante más de cincuenta mil personas: “Argentina, los puños bien arriba. Vamos a romper el estadio”, avisó antes de hacer “Rompe” y continuar con “Machucando”.

Cultor de la disciplina y la autosuperación, Daddy compartió su “testimonio de vida” para todos los que “están pensando en ser grandes y hacer historia, sea estudiando o en la música”: “Si yo lo pude lograr, tú también puedes”, añadió el cantante, productor y compositor, para luego agradecer a aquellos fanáticos que, décadas atrás, ayudaron a “abrirle las puertas a toda una generación” que hoy escucha y celebra su música.

Consciente del peso de su nombre dentro de la industria, dedicó algunas palabras para sus colegas argentinos: “Mis respetos por el movimiento bien duro que se ha levantado aquí. Muchas gracias por tratar siempre con respeto a este chamaquito que hizo que estas generaciones tuvieran oportunidades de crecimiento”, añadió el padre del reggaetón, tras haber saludado en un ‘freestyle’ el presente de Duki, Nicki Nicole y Tiago PZK.

Colaboraciones internacionales

La despedida de Daddy Yankee en Argentina trajo también algunas voces internacionales al escenario, aunque no de forma presencial: por las pantallas fueron apareciendo algunos colaboradores estelares como Wisin & Yandel “(Mami no me dejes solo”), Zion & Lennox (“Tu Príncipe” y “Yo Voy”), Lunay (“Soltera), Ozuna (“Baila, baila, baila”), Anuel (“China”) y Myke Towers (“Pasatiempo”) y otros.

Entre los segmentos más destacados, están el que inició con “Llamado de Emergencia” y siguió con “Shaky Shaky”, compuesta a la vieja usanza y lanzada en 2016: “Recuerdo que estaba en el estudio y el DJ me dijo ‘Diway, voy a tirar la pista y tú vas a improvisar, y lo que salga lo vamos a tirar a la calle’”, evocó.

Durante casi dos horas, Yankee se despachó con hits mundiales de toda su discografía -incluido parte del exitoso repertorio de su último trabajo “Legendaddy”- en un recorrido que dejó bien claro su aporte a las bases fundantes del movimiento musical bautizado por él como “reggaetón” en “Playero 34”, su colaboración con DJ Playero que sembró una semilla que comenzaría a germinar desde la caribeña Puerto Rico a mediados de los noventa.

Aquel proto-reggaetón, creado a partir de la mezcla simultánea de pistas de dancehall jamaiquino con rap norteamericano, tuvo su rememoración en el Amalfitani: “Así fue como salimos con esa confianza a comernos el mundo vivo, sin miedo y siempre para adelante”, relató, mientras el DJ arremetía con técnicas de sampleo (‘finger drumming’) y de mezcla (‘scratching’) para seguir el ritmo del “palabreo fresco” y vertiginoso de Yankee.

La guitarra rítmica de Nile Rodgers y la voz de Rauw Alejandro en “Agua”, su alianza con su coterráneo Luis Fonzi en “Despacito” y otras como “La Despedida” asomaron en la segunda etapa (y final) del show junto a otras como “Qué tengo que hacer”, “Hot”, “Limbo”, “Bombón”, “Con Calma” y “Dura”.

Con la presencia en escena de un muñeco inflable gigante con su figura que había cobrado vida minutos antes y que apareció sumergido entre llamas digitales para el momento final, Daddy Yankee se despidió con “Gasolina”, la canción que posicionó su carrera pero mucho más a la música latina en todo el mundo en el 2005, y dejó el escenario mientras un juego de artificios dotaba de parafernalia el minuto final.

Sus funciones porteñas de “La Última Vuelta”, que agotó cerca de 100 mil entradas para sus shows en el Estadio de Vélez, quedaron inauguradas ambas noches por El Osito Wito, un cantante y compositor argentino llamado a ser una revelación dentro de la escena urbana local.

Fuente: Télam

https://www.ghirardiplacasymaderas.com.ar/
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