El rey Carlos III ordenó retirar oficialmente los títulos y distinciones del príncipe Andrés, quien a partir de ahora será conocido simplemente como Andrés Mountbatten-Windsor, según informaron el Palacio de Buckingham, la BBC y The Guardian. Además, el monarca dispuso que el duque abandone su residencia en Royal Lodge, Windsor, donde vivía desde hace más de dos décadas.

Fin de los privilegios y mudanza obligada

El proceso formal fue iniciado por el propio rey y contó con el apoyo del príncipe de Gales, Guillermo. De acuerdo con la comunicación oficial, Andrés, de 65 años, no se opuso a la decisión.

El Palacio de Windsor notificó la rescisión del contrato de arrendamiento de Royal Lodge, instando al ex duque de York a trasladarse “a un alojamiento privado alternativo”. Según la BBC, se mudará a una propiedad en la finca privada de Sandringham, en Norfolk, cuyo mantenimiento será financiado de manera privada por su hermano, el rey.

Su ex esposa, Sarah Ferguson, también deberá abandonar Royal Lodge y resolver su situación habitacional por separado.

Acusaciones y controversia por el caso Epstein

Las acusaciones que vinculan a Andrés con el fallecido financista y delincuente sexual Jeffrey Epstein continúan generando polémica. Aunque el príncipe niega haber cometido delitos, el Palacio de Buckingham señaló que existieron “graves errores de juicio” de su parte.

En su comunicado, la Casa Real británica enfatizó:

“Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y supervivientes de cualquier forma de abuso”.

Reacciones políticas y renuncia a los títulos

El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, respaldó la decisión del rey:

“El rey tiene toda la razón al despojar al príncipe Andrés tanto de sus títulos como de su residencia. Su posición era insostenible tras haber deshonrado su cargo y avergonzado al país”.

Cabe recordar que el 17 de octubre, Andrés había anunciado su renuncia a los títulos nobiliarios, incluido el de duque de York, aunque había mantenido su condición de príncipe. En aquella ocasión declaró:

“He decidido, como siempre, priorizar mi deber hacia mi familia y mi país. Mantengo mi decisión de hace cinco años de retirarme de la vida pública y niego tajantemente las acusaciones en mi contra”.

Una medida para preservar la imagen de la monarquía

La decisión de Carlos III busca restaurar la confianza pública en la monarquía británica y cerrar una etapa de controversias que afectó la imagen de la Casa Real desde la muerte de Epstein en 2019.

Con esta medida, el monarca reafirma su intención de modernizar la institución y marcar distancia con los escándalos que involucraron a miembros de su familia.

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