Embalse escribió una de las páginas más emocionantes de su historia.
Después de 113 años, la ciudad inauguró su primer hospital municipal, una obra de 1.100 metros cuadrados, construida en tiempo récord gracias al esfuerzo conjunto del intendente Mario Rivarola, la comunidad de Embalse y la solidaridad de personas y empresas de toda la región.
El nuevo Hospital Municipal “Padre Pepe” lleva el nombre del recordado sacerdote José Anselmo Luque, quien dejó una profunda huella en la comunidad por su compromiso, fe y servicio a los demás. Su legado inspiró este proyecto que nació del corazón del pueblo.
Un hospital moderno y con atención las 24 horas
De categoría 2A, el Hospital Padre Pepe cuenta con guardia médica las 24 horas, camas frías y de internación, y una amplia gama de especialidades médicas: clínica, pediatría, odontología, neurología, oftalmología, psiquiatría, psicología, nutrición y trabajo social.
Además, dispone de laboratorio, sala de rayos X y atención primaria orientada a la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, consolidándose como un espacio clave para el sistema de salud regional.
Un ejemplo de gestión y trabajo solidario
La construcción del hospital fue posible gracias a la gestión decidida del intendente Mario Rivarola, el acompañamiento del Gobierno de la Provincia de Córdoba, el apoyo de Nucleoeléctrica Argentina y la colaboración activa de vecinos y vecinas de Embalse, junto a personas y empresas de ciudades cercanas e incluso de otras provincias.
“Felices de lo que pudimos lograr en siete meses. Todos ustedes hicieron el hospital, el pueblo de Embalse. Es el pueblo el que nos da la fuerza para seguir adelante”, expresó el intendente Mario Rivarola durante la inauguración.
Este logro colectivo demuestra que la unidad y la voluntad comunitaria pueden transformar los sueños en realidades concretas, incluso en contextos económicos difíciles.
El símbolo de un pueblo unido
Más que una obra de infraestructura, el Hospital Municipal Padre Pepe representa un símbolo de esperanza y trabajo solidario.
Es la muestra de que, cuando la comunidad se une con un propósito común, puede lograr lo que parecía imposible.
Con esta inauguración, Embalse da un paso histórico hacia el fortalecimiento de su sistema sanitario y reafirma el espíritu de un pueblo que cree en su fuerza, su gestión y su futuro.
